dimarts, 9 de setembre del 2003

Toda una vida en Sant Boi

Cuando era pequeño era muy travieso. Me llamaban ‘el correo’. Jugaba al trompo (a la peonza) y las canicas. Me iba a bañar al arroyo y a la alberca (era donde endulzaban los altramuces y donde daban de beber a los animales). También iba a la escuela, a lavar la ropa con mi madre y a traer leña para calentar el agua.

Antes de venirme aquí recogí bellotas y aceitunas y también vendí pescado. Otra cosa que hice fue recoger Jara, que es una planta que sirve para hacer goma. El material se lo llevaban a Alemania. Y iba a vender por los pueblos jamones y chorizos.

Salí del pueblo con 15 años cumplidos y vine a Sant Boi con mi tía de ‘mastresa’ (era la que se cuidaba de la casa, nos hacía la comida, lavaba la ropa...). Empecé ha trabajar en la construcción ganando diez pesetas la hora y pagaba a mi tía 150 al mes. Más tarde también pinté, estuqué fachadas y recogí chatarra (me levantaba a las 4 de la madrugada). Y hice la mili el Lérida.

Y hice amigos catalanes y íbamos a bailar al Sanboyano y a Cornellà y nos divertíamos y jugamos al billar y al fútbol y también hacíamos comidas, unas veces en mi casa y otras en la de mis amigos.

Ahora voy al taller 2000, a hacer trabajos manuales y pintar cuadros. También pinto pisos, hago algún remiendo, le ayudo a los vecinos y tengo muchos amigos.

(B. V.)